31.10.06

La vida te da


La felicidad ajena a veces se convierte en la mejor semilla de las sonrisas con las que uno se enfrenta al mundo. La complicidad de un amigo, el aire húmedo de una tarde de otoño, una almohada comprensiva o una voz lejana en el tiempo pero cercana en la memoria son regalos que muchas veces no tomamos en serio.
Este octubre se va, octubre de puertas y locuras, y se lleva un poco de luz. Pero no se lleva nuestra sonrisa. Ya no nos la quita nadie. Ni siquiera este octubre.