10.9.06

Nostalgia chapina


A veces, cuando me asusta el futuro me acuerdo que existen lugares como éste, aunque estén al otro lado del charquito.
Y me acuerdo de que vale la pena nadar y sumergirse para descubrirlos.
Aunque a veces no hace falta ir tan lejos, basta con interpretar las señales que nos rodean detenida y debidamente.

3 comentaris:

ariadna ha dit...

Hace rato que alguien esta cocinando un pollo que, por lo que me llega por la ventana, le esta quedando increible. Tienes razon, a veces no hace falta ir tan lejos: ya se encargan las senyales de llegar hasta nosotros :)
Gracias por el link al clubazul ;)

Revodarx ha dit...

mmmm pollo rostizado... y si tiene tan buena pinta como el de la señal creo que cruzar el charquito para degustarlo es de lo que más me viene de gusto hacer en este momento!

vafalungo ha dit...

Creo que cuando uno estudia para conseguir la "Licencia para manejar" (nombre mucho más lindo que nuestro "carnet de conducir")deberían de enseñarle este tipo de señales que uno va encontrandose y no siempre interpreta correctamente. Cuando nos llega un olor de este tipo por la ventana debería ser obligatorio que, por lo menos, nos dejaran probar un poco del pollo o del manjar que corresponda... Además de fortalecer las relaciones vecinales uno cocinaría más a gusto. Yo por lo menos cocino mejor cuando sé que hay mucha gente que lo va a probar...