20.2.07

Si no saben volar (Espantapájaros)

No acostumo a incloure textos literaris en aquest blog. Tot i que moltes vegades n'he estat molt temptat. Textos de Galeano, de Benedetti, de Borges, de Cortázar o de tants altres que, sens dubte, mereixen ser llegits, disfrutats i gaudits amb els cinc sentits. Però no he pogut evitar incloure aquest text d'Oliverio Girondo, per a que el descobriu si no el coneixeu, per a que el gaudiu si ja forma part de les vostres referències literàries. Directament des d'Espantapájaros, amb tots vosaltres, Oliverio Girondo:

No sé, me importa un pito que las mujeres tengan los senos como magnolias o como pasas de higo; un cutis de durazno o de papel de lija. Le doy una importancia igual a cero al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco o con un aliento insecticida. Soy perfectamente capaz de soportarles una nariz que sacaría el primer premio en una exposición de zanahorias; ¡pero eso si! - y en esto soy irreductible- no les perdono, bajo ningún pretexto, que no sepan volar.
Si no saben volar ¡pierden el tiempo las que pretenden seducirme! Esta fué - y no otra- la razón de que me enamorase, tan locamente, de María Luisa. ¿Qué me importaban sus labios por entregas y sus encelos sulfurosos? ¿Qué me importaban sus extremidades de palmípedo y sus miradas de pronóstico reservado? ¡ María Luisa era una verdadera pluma!
Desde el amanecer volaba del dormitorio a la cocina, volaba del comedor a la despensa. Volando me preparaba el baño, la camisa. Volando realizaba sus compras, sus quehaceres... ¡Con qué impaciencia yo esperaba que volviese, volando, de algún paseo por los alrededores! Allí lejos, perdido entre las nubes, un puntito rosado. "¡María Luisa! ¡María Luisa!...y a los pocos segundos, ya me abrazaba con sus piernas de pluma, para llevarme, volando, a cualquier parte.
Durante kilómetros de silencio planeábamos una caricia que nos aproximaba al paraíso; durante horas enteras nos anidábamos en una nube, como dos ángeles, y de repente, en tirabuzón, en hoja muerta, el aterrisaje forzoso de un espasmo.
¡Qué delicia la de tener una mujer tan ligera..., aunque nos haga ver, de vez en cuando las estrellas! ¡Que voluptuosidad la de pasarse los días entre las nubes...la de pasarse las noches de un solo vuelo! Después de conocer a una mujer etérea, ¿puede brindarnos alguna clase de atractivos una mujer terrestre? ¿Verdad que no hay una diferencia sustancial entre vivir con una vaca o con una mujer que tenga las nalgas a setenta y ocho centímetros del suelo? Yo, por lo menos, soy incapaz de comprender la seducción de una mujer pedestre, y por más empeño que ponga en concebirlo, no me es posible ni tan siquiera imaginar que pueda hacerse el amor más que volando.

9 comentaris:

Anònim ha dit...

Aniolisimo!!!

Mil petonets de colorets!!! Ei boníssim el comentari d'en Loriga si senyor... ei i molt bé el nou format del blog,...no t'ho havia dit!

mua de la fada GRAAAAAN

proudemax ha dit...

Els homes també hauríeu de ser voladors, i nosaltres, i les mares i pares, avis i àvies, els gossos i les gates, però llavors el que ens agradaria és ser terrestres... En la singularitat hi ha la grandesa, suposo.

vafalungo ha dit...

Piloto de aeroplano soy. I volant he vist que en la tristesa hi ha u puntet de guerra, i que no em passa res d'estrany que no li passi a una estrella llunyana.
Si tothom volés jo seria submarinista. Suposo.

proudemax ha dit...

Volant he vist que són veritat les cançons de dones... que sóc un tresor preciós com la sardina i la marihuana.

Jo ja sóc submarinista, però llançem-nos al buit, no?

vafalungo ha dit...

Volant he vist que al seré m'enganyo el sóc ara, i el riure i el plor són germans.

Si ens hem de llançar al buit, que sigui sense paracaigudes, però mentre caiem podem fer una parada: tapeta i canya pels que són vius.

Sento cants de sirena rera la tanca?

proudemax ha dit...

Rera la tanca sol haver-hi més tanques, però en tot cas veus moviments d'ofïura.

Gran paraula, gran animal.

vafalungo ha dit...

Ofiura, nombre común de un gran grupo de equinodermos íntimamente emparentado con la estrella de mar y agrupado con la cesta de mar.
Si, per veure estrelles no hi ha com mirar cap al cel o al fons del mar.

Se ma empetitit mon ànsia,
de bracet amb ma ignorància.

Anònim ha dit...

Gran monólogo si señor! El lado oscuro del corazón...y el gran Benedetti...

Yo si no vuelo, muero. Debí ser pájaro en mi otra vida. Molt petonets.
Claudia

vafalungo ha dit...

Seguro que fuiste ave de altos vuelos (migratoria, quizás?), pues tu pluma sigue escibiendo bellísimas palabras de las que sólo se encuentran encima de las nubes.
Un besazo!